Claro que sí, de hecho, ¡es muy recomendable que lo hagas! Estar conectada con tu cuerpo es esencial en todas las etapas de la vida, y durante el embarazo y el postparto, aún más. 

Con la práctica de yoga prenatal conseguirás fortaleza y eficacia muscular, podrás prevenir dolores de espalda, aprenderás a trabajar con la respiración como aliada (algo esencial para el parto)… En definitiva, es una excelente ocasión para acompañarte, conectar contigo y con tu bebé.

Luego, el postparto trae consigo nuevos cambios a nivel físico y emocional. Y en esta etapa, la práctica de yoga te permite ir familiarizándote con estos cambios, y recuperarte físicamente desde la calma y el disfrute.

Ahora bien, es importante dejarse guiar por un profesional especializado y con profundo conocimiento de los cambios físicos y anatómicos que trae la maternidad. Por eso, te ofrezco clases de yoga prenatal y postparto, personalizadas para ti y otras mujeres que estáis pasando por la misma etapa.

¡Tendrás muchos beneficios! El yoga podrá acompañarte a mejorar tanto las sensaciones físicas y emocionales, como la manera de ver y sentir esta etapa vital. 

Y es que la menopausia es una etapa más de la mujer, que conlleva cambios fisiológicos, psicológicos y emocionales. Además, culturalmente le solemos dar un tratamiento peyorativo, cuando puede ser una etapa de sabiduría y plenitud.

Desde la práctica de yoga podemos ser conscientes de los nuevos cambios, adaptarnos a ellos y potenciar amablemente el autocuidado respetuoso y enriquecedor.